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Combate las arrugas

Combate las arrugas

Con un comienzo a partir de alrededor de los 25 años de edad, los signos de envejecimiento de la piel en general empiezan a ser perceptibles en la superficie. A medida que envejece, los procesos en la piel se hacen más lentos y la estructura se debilita. Se inicia la reducción de las sustancias que mantienen la piel firme y lisa. Esto se debe a la combinación de los efectos de los procesos de envejecimiento internos del organismo y los factores externos.

Uno de los primeros signos más perceptibles del envejecimiento son las arrugas, que se vuelven más profundas con el paso del tiempo. Existen numerosas maneras para tratarlas, tanto no invasivas como invasivas.

¿Dónde aparecen las arrugas y por qué?

A medida que envejecemos, se produce una reducción de las sustancias que mantienen nuestra piel lisa. Entre dichas sustancias destacan el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico. En la piel joven, una organización regular de tejido dérmico y un suministro abundante de colágeno y elastina, que contribuyen a formar el bloque de construcción que estructura la piel, permiten que ésta tenga una apariencia uniforme y se perciba firme. Con el tiempo, el proceso de envejecimiento interno predeterminado por nuestros genes, conjuntamente con el estrés oxidativo de origen externo, por ejemplo, a través de la exposición a la luz solar, comienza a afectar la apariencia de la piel. «Una disminución anual del 1% en los niveles de colágeno y el arreglo del tejido dérmico cada vez más desorganizado causan una pérdida en la firmeza de la piel y la aparición de arrugas».

Otro factor clave en la formación de las arrugas es una producción decreciente de ácido hialurónico. Esta es la sustancia de unión que rodea las células, confiriendo a la piel su apariencia joven y lisa. La disminución de esta sustancia propia de la piel propicia que la estructura de la piel pierda su percepción de plenitud y firmeza y se vuelva más susceptible a la formación de arrugas.

Estos procesos de envejecimiento general también contribuyen a una pérdida de densidad y una pérdida de volumen.

A diferencia de la pérdida de volumen o la pérdida de densidad, las arrugas son fácilmente reconocibles, dado que aparecen como líneas o surcos bien diferenciados en la cara. Tienden a ser visibles primero, en ciertas zonas:

En la frente se pueden percibir líneas y surcos horizontales entre las cejas. Comienzan como «arrugas mímicas» y se deben en parte a las expresiones faciales. Se vuelven más profundas con el transcurso del tiempo.

En los ángulos externos de los ojos aparecen las líneas finas que se hacen más pronunciadas a medida que pasa el tiempo. Se conocen como «patas de gallo» o «líneas de la risa». Esas arrugas son las que se perciben a menudo en primer lugar, debido a que la delgada piel de esta zona es más propensa a arrugarse que cualquier otra zona en la cara.

Entre la nariz y la boca aparecen arrugas más profundas que unen ambas zonas. Estas se conocen como pliegues nasolabiales. La aparición de estas arrugas puede estar ligada a una pérdida de volumen, debido a que son también un signo de flacidez de la piel.

En toda la cara aparecen finas líneas con el transcurso del tiempo. No están influidas por la expresión facial y son siempre visibles. Aparecen de entrada en forma de textura ondulada de la piel y gradualmente se convierten en arrugas más pronunciadas a medida que envejecemos. Una reducción en la elasticidad y la densidad contribuye a su formación. Aunque pueden aparecer en cualquier parte de la cara, son más perceptibles en torno y justo por debajo de la zona de los ojos.

¿Qué otros factores marcan una diferencia con respecto a las arrugas?

Aunque las arrugas son una parte inevitable del proceso de envejecimiento, existen factores internos y externos que pueden acelerar su desarrollo.

Exposición al sol
Si la piel está desprotegida frente al sol, los rayos UV pueden contribuir a la formación de arrugas. La exposición prolongada y repetida causa daños en el colágeno y dará como resultado una estructura cutánea menos elástica y debilitada que se arruga con más facilidad. Lea más aquí acerca de cómo los rayos UVA y UVB aceleran el envejecimiento de la piel

Tabaquismo
El tabaquismo desencadena la agresión oxidativa, que permite que radicales libres dañen la estructura de la piel y contribuyan a los signos de envejecimiento en general incluyendo las arrugas. Además, la nicotina y los productos químicos presentes en los cigarros dañan al colágeno y a la elastina de la piel. Esto tiene un efecto sobre la firmeza y elasticidad cutáneas y puede también causar arrugas.

Sequedad inducida por la edad
Un signo común de envejecimiento es la sequedad de la piel inducida por la edad. Como resultado de la disminución de la función cutánea, algunas pieles de más edad se tornarán cada vez más secas y pueden causar comezón y también volverse más ásperas. Entre otros factores, esto se debe a una disminución en la cantidad de ácido hialurónico producida por la piel. A su vez este estado de la piel es más propenso a la formación de arrugas.